Aprovechando las jornadas festivas que nos brinda la Magdalena y huyendo del jolgorio que inunda las calles de Castellón estos días, decidimos buscar refugio en la tranquilidad de las montañas. ¿Donde nos vamos Juanito? – al Sur, a Sierra Nevada -.
EL Macizo de Sierra Nevada es la principal serranía del Sistema Bético, cuya parte central se extiende por la provincia de Granada. Después de los Alpes, Sierra Nevada presenta las mayores altitudes de la vieja Europa. Su pico más alto es el Mulhacén, con 3.481 m de altitud, es el pico más alto de la Península Ibérica a sólo 33km de la costa mediterránea. Y en sus laderas está la estación de esquí más meridional de Europa, con nieve desde octubre hasta mayo.
La orografía del macizo, en general, es más dócil que la pirenaica, lo que permite iniciarse en travesías y ascensiones invernales en alta montaña. Sin embargo, en las vertientes septentrionales, tambíen podemos encontrar acusadas pendientes y tajos, que nada tienen que envidiar a los Pirineos. Un ejemplo de estas son las caras norte del Mulhacén y de La Alcazaba (3.364m), cuya ascensión llevaron acabo en estos días Juan junto con los compañeros del Club Trepa Castellet, Archi y Zapata.
En verano, en ausencia de nieve, es un lugar idílico para la práctica del senderismo, pudiendo ascender sin mucha dificultad los picos más altos de la sierra. Y en días claros de otoño, desde las cimas, podemos contemplar el Mar Mediterráneo, la costa de Argel y la cordillera del Rif norteafricana.
Durante nuestra estancia en Sierra Nevada acometimos la ascensión del pico Veleta, que con sus 3.396m, es el pico más alto de la sierra después del Mulhacén. Iniciamos el ascenso desde el albergue universitario de Pradollano, al norte del pico. Un itinerario de algo más de 5km de distancia y 1.000m de desnivel por pendientes de nieve y en su tramo final hielo, que con crampones y piolet (aunque nosotros utilizamos bastones) no presenta dificultades técnicas, siendo un trazado muy recomendable para practicar con su uso.
Desde el Veleta, aunque por falta de tiempo no lo pudimos realizar, se puede avanzar hasta el Mulhacén. Pudiendo pernoctar en el Refugio de la Caldera, a pie del pico, antes del regreso.
Espero que podamos organizar desde el Club una escapada a esta sierra, donde además de montaña podremos disfrutar en Granada de caña y tapa o del calórico plato alpujarreño, un compendio de embutidos a la brasa (paregut als plats de botifarra, llonganissa i choris del poble) con patatas a lo pobre, que después de una larga jornada caminando hará las delicias de más de uno.
Juan Gual y David Barreda
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